viernes, 20 de julio de 2012

Un beso sabor alcohol

Al besarte abría los ojos, al besarte veía esa enorme pared amarilla. El besarnos cerca de un elecktra no fue una buena idea, el besarte fue el ultimo error de la noche.


Tranquilo, no besas mal, pero odio el aroma de tu saliva incrustado en mis labios, la sensación de la barba de tres días en mis mejillas. La lluvia que cae ahora en mi cuerpo no logra limpiarme tú sabor, tú piel brillosa deslumbro mis corneas pero tu falta de personalidad opaco mis ganas.


Nuestro aroma a alcohol tapo nuestro deseo, lo abarato. El alcohol movió hilos, jalo bocas, choco senos, junto caderas, nos impregno de falso deleite, de falsa decisión y aun consientes de eso, seguimos con el guión  de viernes, pero en jueves.


EL único recuerdo es esa pared amarilla, brillante, sin chiste, que nos abarcaba, esa pared, ese color. Olvide tus besos, tú voz, tú olor, tus manos, tus brazos, tú cuello, tú rostro, tu nombre. Ahora odio un poco más el color amarillo, un poco más los elecktra.


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