domingo, 3 de junio de 2012

Cerrando la primera puerta del segundo piso.

Un año que paso tan rápido, que las cicatrices no se han cerrado, mis ojos no se acostumbran a la luz, mi miopía tampoco ayuda. El tren va conmigo arriba a otra estación.
Todo fue interno, pero las repercusiones llegaron fuera, quisiera pensar que aprendí lo necesario para no repetir mis errores, quisiera pensar que no me equivoque tanto durante estos meses, me gustaría creer tome las decisiones correctas, quisiera saber que todo fue por una buena razón, quisiera. 

Durante un año me sentí fuera de foco, aún mi definición esta incompleta, durante un año fui incapaz de encontrar mi sendero, aún sigo perdida, un año donde la soberbia tuvo cuatro nombres, incluyéndome; un año donde ahogue mi confusión entre pliegues de piel, entre labios húmedos y caricias vacías, termine con más dudas. Termine con huellas nuevas en mi cuerpo, el golpe del tiempo me hizo darme cuenta de sus consecuencias, en mi y de los que están a mi alrededor, es duro saber  de la mortalidad, es difícil explicar el dolor silencioso que  me da por momentos, un pequeño chillido que sale estrepitosamente de mi boca, algunas noches. 

Pude comprobar que tanto se puede confiar en las personas, sé con gran certeza quien me acompañará al fin del mundo, espero que ellos piensen lo mismo de mi, comprobé  cuales son mis limites y sobre todo, sé ahora que los puedo romper

Me siento enlodada, me siento en pausa, me siento estatua, viendo pasar la vida.

Agradezco que este año se termine e imagino que este será un mejor año, mas le vale ¬¬.

No todo fue tan horrendo: he disfrutado experiencias deleitables, me he topado con gratas sorpresas, recuerdos que me han dado sonrisas caóticas, platicas, oraciones, palabras que ayudaron en mis decisiones, personas que debía conocer, que sin ellas no podría definirme como lo que soy ahora, también me he acercado a conocidos con una amistad tan cercana tan amorosa que desbordamos juntos destilado de alegría, otras personas se fueron o me vieron partir, música ligera que me acompaño, que me alegró, que me hicieron  seguir, "moviendo el bote", libros que me explotaron las neuronas, que me hicieron reír, que me hicieron odiar, que me hicieron conocerme.

Mi mirada a cambiado, la tonalidad de mi piel se ha concentrado, mis manos se han hecho más suaves, mis piernas más largas, mi sudor sabe diferente, mi cabello sigue asimétrico aunque esta creciendo, mi oído se ha atrofiado, mi ceguera incrementa, mi cuello esta lastimado, las crudas son peores, el cigarro se ha hecho constante, las heridas brotan más fáciles y se curan más lentamente y dejan marca. Para bien no sé, para mal no sé.

Pase lo que pase, estoy agradecida, porque tengo tiempo, porque tengo oportunidades de seguir, porque aun con todas las decepciones, al final de todo me quedan mis pasiones que son una guía hacia la cual quiero dirigirme.



El naranja sigue siendo mi color favorito 
¿Felices 21?

No hay comentarios:

Publicar un comentario