domingo, 3 de octubre de 2010

Familia

Estaban todos en la mesa, esa donde en año nuevo comen y  ríen, en esta ocasión sus caras eran de enojo, se veían con tanto odio no creerían que son familia… ¿o si?

El hermano mas grande se levanta mira a todos y nos dice a los más pequeños que nos salgamos, pero yo me escondí justo detrás del sofá.

-¿Cómo le vamos hacer?- dice una tía, todos callan.

Mi padre levanta la vista y sus ojos se posan  en un punto inexistente una lagrima sale recorriendo todo su rostro hasta caer del mentón –Quisiera que no fueran tan egoístas, no la merecen-.
-¿Y tu si?, dijo su cuñada.
- Mas que todos los presentes.

El ambiente era tan pesado y asfixiante, sudor en las frentes de todos, yo no sabia que pasaba, empezaron a gritar tantas cosas solo escuchaba una sopa de palabras: pendejo, ignorante, tu que sabes, no eres capaz, CALLATE. Comencé a llorar.

Todos mis primos entran para saber que pasa, asustados buscan a sus padres y se unen a la pelea, quiero pararme, correr hacia mi padre y abrazarlo.

Al extremo de la mesa el dueño de la casa estaba sentado, la luz solo iluminaba su frente amplia, brillante y sin cabello, tiene una expresión tan dura que las piedras nos darían mas dulzura a su lado, saco de su pantalón una pistola, la aventó al centro de la mesa mientras que dirigiéndose a nadie dijo - Haber si muy cabrones, háganlo ustedes.

Mi padre toma el arma, me levanto le grito, el ya esta en el pasillo corro para detenerlo pero mi abuelo me empuja -Quédate ahí pase lo que pase-

¿Pase lo que pase? Que podría pasar sabia que mi papa nunca haría daño por ninguna razón aunque el odiara  tanto como yo ala mujer del cuarto al fondo de la casa.

Ha pasado más de media hora, mi padre aun no da muestras de vida, todos están en la misma postura incluyéndome, en el suelo con mi abuelo vigilándome, el piso frío me quema mis piernas y las palmas de las manos.

Por fin se escucha moviendo de lucha, un disparo, todos se miran atónitos y por segundos dudan en ir a ver que paso, soy la primera en levantarme escapo de los brazos de mi abuelo, todos atrás de mi, jalo la puerta. La mirada de la abuela se posa sobre mí con una mueca que da el intento de sonrisa, en el piso mi padre con un disparo en la sien y un charco de sangre.


4 comentarios: